Autor: Fernando Pascual
Prestamos atención al presente y al futuro, sin dejar a un
lado recuerdos del pasado.
Así, llamamos a una persona, mientras pensamos en la comida
de mañana. Vemos las noticias y recordamos lo que nos dijo ayer un familiar.
Planchamos una camisa y planeamos la visita al médico la próxima semana.
En ocasiones, el presente nos invita a dejar a un lado el futuro: pide toda nuestra atención a un juego electrónico o a una discusión en familia.