Autor: Álvaro Correa
Una manera simpática de
describir a una persona de fácil conversación es indicando que ésta “se ata al
primer clavo que encuentra”.
Apreciamos a quienes
tienen ese maravilloso talento de conversar de manera natural, elegante y
enriquecedora. Se trata, ciertamente, de un fruto maduro tras una formación
amplia y profunda, de un bagaje cultural adquirido y de experiencia acumulada a
lo largo de los años.
Todo esto es verdad. Sin
embargo, un aspecto muy destacado por los especialistas de relaciones humanas
es que una persona que sabe conversar es aquella que, ante todo, sabe escuchar.