Autor: Álvaro Correa
Dice un proverbio chino: “Si estás
planeando para un año, planta arroz; si estás planeando para una década, planta
árboles; si estás planeando para una vida entera, planta educación”.
De muchas maneras hemos intentado
plasmar esta enseñanza y un reciente vídeo merece nuestra atención. Las escenas
inician con el lanzamiento de un cohete al espacio; el estruendo de los
propulsores contrasta con la silenciosa observación de una cosmóloga a través
de un telescopio.
Aquí se detiene la secuencia de imágenes
y, como si se rebobinase una cinta, salta episodios de la vida hasta llegar al
inicio de la enseñanza escolar de la chica. Su primera maestra ilustra en clase
el giro de los planetas alrededor del sol valiéndose de unas frutas.
Es una manera sencilla para expresar que
“todo comienza con un buen maestro”. En gran parte, debemos lo que somos hoy a
los maestros que tuvimos ayer. A ellos llegue nuestra gratitud por sus
esfuerzos y la disculpa por las incorrespondencias.
El desafío de “plantar educación” es
trascendental para bien de nuestras familias. Muchos problemas sociales
provienen de una formación carente o de una lamentable deformación de criterios
que generan comportamientos incorrectos.
Los primeros y principales maestros son
los padres de familia; para ellos un sincero aliento en su tarea bella y
exigente. Ese “plantar educación” es una lección que nunca termina de darse,
porque pertenece a la escuela de la vida, que tiene sus puertas siempre
abiertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario