Autor: Marcello Pierucci
Queridos amigos: el difícil momento que vive toda la
humanidad me invita a hacer una reflexión, que, aunque susceptible de error,
deseo compartir con vosotros.
En las últimas décadas, por la gracia y la desgracia del
creciente uso de las nuevas tecnologías, se ha producido una fuerte aceleración
del sistema de vida que ha tenido lugar en todo el planeta, y en particular en
los llamados países avanzados.
Los compromisos serios a los que cada uno de nosotros está
sometido se han multiplicado, y lo que parecía darnos crecimiento y libertad,
en realidad, nos somete cada vez más a nuevas obligaciones que, combinadas con
el orgullo de las conquistas ilusorias, nos están alejando cada vez más de Dios
y de las leyes indelebles de la Verdad.
En el plano social se han formado tales disparidades que el flujo de grandes riquezas ha terminado en posesión de un pequeño número de personas, tan pocas que pueden contarse con los dedos de las manos. Todo ello en detrimento de miles de millones de hombres y mujeres que cada vez son más pobres y sufrientes.