Autor: Fernando Pascual
Es sugestivo sostener, como muchos repiten, que Yuri
Gagarin habría dicho que no había visto a ningún Dios mientras volaba por el
espacio. Es sugestivo, pero problemático, incluso quizá falso.
En primer lugar, porque sobre la frase en cuestión giran
varias versiones. Unos dicen que la dijo en el espacio. Otros que la dijo al
llegar a tierra. Otro que la pronunció posteriormente. Y hay quienes afirman
que nunca llegó a pronunciar la famosa frase, sino que se trata de una
confusión o, incluso, de una idea lanzada por algunos líderes soviéticos para
promover el ateísmo desde la fama alcanzada por un astronauta ruso.
En segundo lugar, porque la frase, de haber sido dicha
por Gagarin (o por cualquier otro astronauta), no afecta en absoluto a los que
creen en un Dios omnipotente, infinito, bueno, puro espíritu. ¿Cómo podría ver
un hombre que sale de la atmósfera a Dios, si Dios no tiene materia? Usar la
supuesta frase de Gagarin como argumento a favor del ateísmo es no sólo
extraño, sino casi contradictorio, porque precisamente si Dios es Dios no puede
ser visible.
En tercer lugar, porque de nuevo suponiendo que Gagarin
hubiese dicho que no había visto ningún Dios por allá arriba, otros que fueron
más lejos que él no repitieron la misma frase; no, ciertamente, porque hubieran
visto a Dios, sino porque sabían desde su fe que a Dios no se le puede ver...
Por lo mismo, causa sorpresa ver a algunos que siguen
usando la famosa frase como una bandera, cuando ni es segura ni prueba
absolutamente la no existencia de Dios.
Pero a pesar de esto, la propaganda tiene su fuerza, y
presentar a Gagarin como un defensor del ateísmo parece interesante. Pues aquí
hay una nueva sorpresa: es posible que Gagarin hubiera sido creyente... Los
hechos parecen señalar que aquel hombre entrenado para una misión tan difícil
estaba abierto a la fe recibida de su familia, que pertenecía a la Iglesia
ortodoxa.
Han pasado más de 50 años desde que Gagarin asombrase al
mundo con la aventura de su viaje por el espacio. Desde entonces, menos mal,
ningún astronauta ha llegado a ver a Dios. Y varios de ellos, como por ejemplo
Neil Amstrong, han declarado, sin miedo, su fe en un Ser Supremo que hizo el
cielo y la tierra...
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