17 de octubre de 2016

Alargar la previsión del tiempo


Autor: Álvaro Correa

¿Lloverá hoy?... Sin duda que nos lo preguntamos con frecuencia. Entonces intentamos descifrar el lenguaje de las nubes en el cielo o, simplemente, consultamos la previsión del tiempo.

Nos alegrará saber que “la Agencia Espacial Europea (ESA) ha firmado con Arianespace el contrato de lanzamiento, en noviembre de 2017, de su satélite ADM-Aeolus, que contribuirá a aumentar de cinco a seis días las previsiones meteorológicas con una gran certidumbre”, informa Efe.


Así que gozaremos de un día más para saber si convendrá o no llevar un paraguas. Y es que, en cuestión de fenómenos atmosféricos, nos agrada ir un paso por delante.

Esta curiosa necesidad es tan antigua como nuestra historia humana. En tiempos de Jesús, las personas también “sabían interpretar” el aspecto del cielo para prever alguna tempestad y el Señor les reprochó que no sabían igualmente discernir los signos de los tiempos (cf. Mt 16,13).

A este respecto, el Papa Francisco nos ha concedido una aguda y simple clave de lectura: “Este es un trabajo que nosotros no solemos hacer: nos conformamos, nos tranquilizamos con ‘me han dicho, he oído, la gente dice, he leído…’. Así estamos tranquilos… ¿Pero cuál es la verdad? ¿Cuál es el mensaje que el Señor quiere darme con aquel signo de los tiempos? Para entender los signos de los tiempos, ante todo es necesario el silencio: hacer silencio y observar. Y después reflexionar dentro de nosotros. Un ejemplo: ¿por qué hay tantas guerras ahora? ¿Por qué ha sucedido algo? Y rezar… Silencio, reflexión y oración. Sólo así podremos comprender los signos de los tiempos, y qué cosa quiere decirnos Jesús”.

Quizás, volviendo a la feliz noticia del inicio, tanto el silencio, como la reflexión y la oración, sean los “satélites” que observan desde lo alto y hacia lo más profundo de nosotros mismos y que, por ello, nos permiten entender lo que Dios nos dice en cada momento.

¡Ojalá que también logremos alargar la previsión de nuestra atmósfera espiritual! Lo necesitamos a cada paso, pues sin la correcta interpretación del paso de Dios por nuestra alma, corremos el riesgo de vivir el momento presente sin haber aprendido del pasado y sin crecer hacia el futuro.

Silencio, reflexión y oración… Son los “satélites” de nuestra atmósfera espiritual…

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