Autor: Álvaro Correa
En los últimos años se han multiplicado
las encuestas sociales. No es fácil que estén limpias de ciertas salpicaduras
ideológicas, pero, en general, ofrecen pistas para tomar el pulso a nuestras
rutinas de vida.
En días pasados el World Economic Forum
publicó una lista de 14 cosas que las personas exitosas hacen antes del
desayuno.
Éstas son algunas de las respuestas: Se
despiertan temprano, hacen ejercicio, pasan tiempo de calidad con la familia,
meditan para despejar sus mentes, y anotan las cosas por las que deben estar
agradecidos.
No cabe duda que iniciar bien el día
marca una dirección a todas las actividades y sorpresas que llegarán. Una
recomendación muy viva y sentida para los que gozamos de la fe cristiana, es
dedicar unos minutos de oración para ofrecer el día a Nuestro Señor y para
colocarnos en sus manos, con fe, con esperanza, con amor.
Pedimos luz para obrar correctamente,
para que nuestros pensamientos y decisiones sean del agrado de Dios y de
beneficio para los demás, para que ese día, único e irrepetible, sea vivido en
plenitud.
Nuestra vida es una y no admite ensayos.
¿Qué hacemos antes del desayuno? Respondamos mañana, al levantarnos. La rutina
querrá imponerse nuevamente, pero, ojalá que demos un paso más para ser
“personas exitosas”, en sentido pleno, no sólo económico. Un día que inicia y
termina bajo la mirada complacida de Dios es, en verdad, exitoso.
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