Autor:
Fernando Pascual
Durante
siglos han surgido en la Iglesia voces disidentes, errores, herejías,
confusiones, engaños. Muchos han sucumbido ante los maestros de falsas
doctrinas. Otros han podido resistir desde la oración, muy unidos a Cristo y a
quienes vivían fielmente su condición de obispos y sacerdotes.
También
hoy se dan momentos difíciles. No faltan profetas falsos y lobos disfrazados de
oveja que enseñan doctrinas incluso diabólicas (cf. Mt 7,15; Hch
20,29; 1Tim 4,1). ¿Cómo actuar? ¿Qué hacer? Sobre todo, ¿cómo superar
las confusiones en temas de fe y de moral católica?
Entre
las ayudas que tenemos a mano para superar situaciones difíciles, contamos con
los concilios de la Iglesia, especialmente aquellos dogmáticos que han
determinado, bajo la luz del Espíritu Santo, cuál es la doctrina católica.
Contamos
también con un regalo de san Juan Pablo II: el Catecismo de la Iglesia
Católica. En ese texto amplio y profundo, fruto de un largo trabajo de varios
años, está presentada la fe de la Iglesia, la moral, y, de un modo hermoso y
cercano, la vida litúrgica y de oración.
Cuando
aparecen doctrinas extrañas, cuando hay quienes defienden propuestas confusas o
modos de actuar que generan dudas, basta con abrir el Catecismo y encontraremos
un alimento seguro y una guía autorizada para superar la tormenta.
Demos
gracias a Dios por su continua asistencia a la Iglesia católica. Más allá de
las tempestades y confusiones de todos los siglos, su Amor sigue presente y nos
acompaña.
Bajo
la luz del Espíritu Santo podremos conservar el tesoro de la fe y seguir
adelante, con la mirada puesta en Cristo, nuestro Salvador, y unidos al Papa y
a los obispos fieles al Evangelio y a la Tradición católica.
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