Autor: Álvaro Correa
Kaunas es una ciudad espléndida, la
segunda mayor de Lituania. Como tantas otras de la Vieja Europa, luce un bello
casco histórico que permite ver con los ojos de hoy el esplendor del pasado.
Ahora bien, no todo es plurisecular. Hay
una estatua del lituano Morfai que se ha ganado con mérito un pedestal.
Apoyado en su concepción de que “el arte
es todo aquello que una obra proyecte”, modeló la estatua de un sembrador que,
a la luz del sol, esparce la semilla desde su zurrón y, llegada la noche, su
silueta, proyectada sobre un muro, siembra estrellas en el mundo.
¡Qué admirable carga de inspiración!
Este lenguaje artístico sugiere a cada persona un mensaje aplicado a las
circunstancias individuales. Una clave de lectura es que toda nuestra vida es
sembrar.
No hay etapa que escape a esta noble
misión: el niño en el pequeño jardín de su infancia, así como el adulto en el
vasto horizonte de su vida madura, hasta llegar al atardecer de la existencia.
Sembrar es esperar, es confiar que el
sudor de hoy será un fruto sabroso en el porvenir. Morfai acentúa esta
esperanza con las estrellas, que vienen a iluminar nuestros horizontes oscurecidos,
cuando el sol reposa…
También sembramos en los momentos
difíciles y muy especialmente, porque esa semilla son estrellas de amor y
virtud. Sobre ese pedestal está la historia de cada uno de nosotros.
¡Sembremos!
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