En las páginas de muchos catecismos se explican las siete obras de misericordia corporales y las siete espirituales. Durante años y años, numerosos cristianos se las han aprendido de memoria y han buscado hacerlas vida.
Que sean catorce no quiere decir que la misericordia se agote en catorce acciones. Así que me he propuesto escribir un complemento. No pretendo mejorar, ni sustituir, ni anular, ni cambiar las catorce originales, que han sido y seguirán siendo una especie de carta magna de la misericordia. El complemento es sólo un esfuerzo por animar al cristiano de hoy a ser misericordioso, a repasar y refrescar las catorce originales y a descubrir nuevos detalles de misericordia posibles en pleno siglo XXI.
Por si acaso algún cristiano ya se olvidó de las 14 originales o nunca las estudió, aquí están:
1. Visitar al enfermo.
2. Dar de comer al hambriento.
3. Dar de beber al sediento.
4. Vestir al desnudo.
5. Dar posada al peregrino.
6. Visitar al encarcelado.
7. Enterrar a los muertos.
1. Enseñar al que no sabe.
2. Dar buen consejo a quien lo necesita.
3. Corregir al que se equivoca.
4. Perdonar las ofensas.
5. Consolar al triste.
6. Soportar con paciencia los defectos de los demás.
7. Rezar por los vivos y por los muertos.
Un complemento de las obras de misericordia corporales
1. Donar sangre al debilitado.
2. Dar transporte a quien lo necesita.
3. Sacar la basura en casa sin que nadie te lo pida.
4. Compartir el paraguas en día de lluvia con el desparaguado.
5. Detenerle la puerta al que viene atrás de ti aunque no le conozcas.
6. Ceder el asiento en el autobús a una mamá que va de pie con su bebé.
7. Comerte todo lo que decidiste servirte en el plato.
1. Enviar un correo electrónico a un amigo que se fue lejos.
2. Rezar en silencio unos segundos por la persona que te encuentras de camino y no conoces.
3. Observar las cualidades del vecino y platicárselas a todos.
4. Pedir perdón al que ofendiste sin darte cuenta.
5. Llamar a los demás por su nombre.
6. Ser amable con quien no te trató amablemente.
7. Ser puntual.
Si leyendo esto, alguien se da cuenta de que puede hoy mismo practicar una obra de misericordia –de las 14 originales o del complemento propuesto– y de hecho lo hace, habrá valido la pena tanto palabrerío…
(Nota del Editor: volvemos a subir este artículo publicado hace 2 años por la importancia del tema)
(Nota del Editor: volvemos a subir este artículo publicado hace 2 años por la importancia del tema)
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