Autor: Fernando Pascual
Miles de datos llegan a
nuestra mente. Unos, verdaderos. Otros, falsos. Otros, una extraña y atractiva
mezcla entre verdades y mentiras.
No resulta fácil discernir
entre tantas "informaciones", sobre todo en un mundo caracterizado
por las prisas y con personas poco preparadas culturalmente para algunos temas
importantes.
Por desgracia, muchos sucumben
ante los engaños ideológicos. En un pasado cercano, millones de seres humanos
siguieron casi ciegamente a dictadores, demagogos y líderes intelectuales que
promovían la mentira y que provocaron, en algunos casos, guerras y represiones
sanguinarias.
En nuestros días, muchos son
arrastrados por textos y programas en los que se intenta negar lo evidente. Eso
ocurre, por ejemplo, cuando se ignora o se interpretan erróneamente aspectos
fundamentales de la naturaleza humana que surgen de nuestra condición biológica
y espiritual.
Por eso resulta importante
promover actitudes sanas para no dejarnos engañar por ideologías dañinas, y
para tener ese sexto sentido que permite descubrir que un rey está desnudo
aunque muchos digan lo contrario.
En cierto sentido, eso resulta
fácil al analizar serenamente cómo está constituido el ser humano, nacido
gracias a la complementariedad entre sus padres, orientado a la vida social,
integrado en un mundo físico complejo y dinámico, y llamado, por su
inteligencia y su voluntad, a buscar la verdad y a orientarse hacia el amor.
Por eso, cuando conferencias o
libros niegan aspectos esenciales de nuestra condición humana, o promueven
odios patológicos hacia las personas desde motivos capciosos o desde prejuicios
ideológicos, basta con reconocer la dignidad de cualquier ser humano, hombre o
mujer, niño o anciano.
Entonces evitaremos condenas
sumarias como las que llevaron a millones de inocentes a ser asesinados por
motivos raciales o por pertenecer a una clase social declarada, de modo masivo,
como "peligrosa", y haremos todo lo que esté de nuestra parte para
ayudar a cada ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario