Autor: Fernando Pascual
Los padres que tienen hijos
enfermos sufren infinitamente. Días, meses, años, transcurren entre esperanzas
de curación y fracasos de
Muchas enfermedades genéticas, todavía hoy, son un reto para la medicina: mientras miles de personas mueren cada año por falta de soluciones, y otros sueñan en el descubrimiento de nuevos caminos para la curación.
Las posibilidades que se abren a la ciencia con las técnicas de fecundación artificial están dando esperanzas a algunos de esos padres. Hijos con talasemia o con otras enfermedades que requieren un transplante de células o de tejidos necesitan encontrar un donador (seguramente un hermano) que sea genéticamente compatible. Si tal hermano o familiar no existe, ¿por qué no “prepararlo” por medio de la fecundación artificial?