27 de octubre de 2014

Yo quiero ser sacrificio (letra de canción, sobre Abraham)



Autor: Juan Pablo Peña

Aquella mañana apenas salir el sol
Junto a su hijo emprendió el camino
Porque una voz del cielo habló en su interior
Para pedirle el don más grande

Toma a tu hijo,
El más amado, ofrécelo
En sacrificio
Yo te lo he dado
Y en él quiero conocer tu amor

20 de octubre de 2014

El juicio que decide todo



Autor: Fernando Pascual

Se habla mucho del juicio de la historia, o del juicio de la opinión pública, o del juicio de las urnas.

Pero los juicios humanos son humanos, son falibles, muchas veces nos apartan de la verdad. Por eso hay inocentes que son declarados culpables, y hay culpables que disfrutan de fama y de aplausos en los libros, en la prensa o en los parlamentos.

En el mundo de los hombres muchas valoraciones, muchos juicios, están viciados. Por errores históricos, por engaño en las pruebas, por emociones colectivas, por manipulaciones y fraudes organizados con mucha habilidad y eficacia.

13 de octubre de 2014

“A mí me lo hicisteis”



Autor: Max Silva Abbott

Uno de los aportes más significativos del cristianismo ha sido el desarrollo de la noción de persona, entendiendo por tal un ser digno, que merece respeto por sí mismo, de manera independiente a cualquier circunstancia, a lo cual se añade, desde una perspectiva teológica, su calidad de hijo de Dios.

Es por eso que por regla general, las diferentes iglesias cristianas han tenido muy en cuenta al prójimo, no solo para poner en práctica la doctrina cristiana, sino además, porque de acuerdo a esta enseñanza, en ese “próximo” se refleja Dios mismo, como muestra la parábola del Buen Samaritano.

6 de octubre de 2014

Fama con aureola



Autor: Álvaro Correa

Esta palabra, “fama”, viene del latín y significa “renombre o reputación”. Se trata, por tanto, de que algo personal o privado que pasa a ser una “voz pública”.

El poeta Virgilio describe la “fama” como una criatura horrible, de origen divino, veloz, con fuerza dinámica, y de aspecto monstruoso. ¿Sueñas con ser “famoso”? Es decir, ¿quieres poner tu persona en la boca del público y que hablen de ti?

En verdad se trata de algo “monstruoso”, si estás dispuesto a disolverte en los gustos de aquellos cuyo aplauso buscas. ¿Y tu personalidad? Bien dice el Kempis: “No eres más porque te alaben (entendámoslo “porque seas famoso”), ni menos porque te vituperen; lo que eres ante los ojos de Dios, eso eres”.