Autor: Fernando Pascual
El tiempo no perdona. Los hombres nacen, viven, mueren. Las ideas fluyen, mantienen su “energía” mientras son pensadas, defendidas o atacadas. Al final, una tumba virtual acaba con millones de reflexiones y propuestas.
Es cierto que un libro conserva, a lo largo del tiempo, unas letras, unas palabras, unas ideas. Pero una página de libro está muerta si nadie la lee, si ninguna mente reflexiona sobre ella.
La modernidad (¿qué fue, qué es, qué será?), como todo movimiento de ideas, también está destinada a la muerte. Porque algún día no habrá hombres sobre la tierra. Porque ya ahora miles de tertulias, discusiones y frases ingeniosas de otros tiempos han quedado borradas por la marea del olvido.