Autor: Luis Alfonso Orozco
Europa, el “viejo continente”, posee unas raíces cristianas milenarias que muchos nuevos europeos están redescubriendo, con el mismo método de sus antepasados: el peregrinaje a los lugares que modelaron el alma cristiana del continente. Santiago de Compostela, Roma, Canterbury o los santuarios de Lourdes, Fátima y Czestochowa conocen una prometedora primavera.
Las numerosas peregrinaciones y romerías medievales encuentran su reedición hoy con el nombre de “caminatas espirituales”, “ruta de Santiago” o “peregrinación de la fe”. Como sea, el hecho es que movilizan cada vez más a miles de personas que salen del ruido de la ciudad para buscar los lugares del espíritu, descubrir las huellas de Jesús y desempolvar tal vez una fe adormecida. En un fin de semana, las peregrinaciones pueden llegar a movilizar a medio millón de personas por los caminos del espíritu en Europa.