Autor: Fernando Pascual
Parece extraño, pero conquistar y poner en práctica aquello que proporciona placeres rápidos e intensos provoca muchas veces insatisfacciones profundas y duraderas.
Lo saben quienes están encadenados a dependencias más o menos patológicas, como el juego compulsivo, o el abuso de bebidas alcohólicas, o el consumo de drogas, o la dependencia respecto de la pornografía.
Lo saben también quienes tienen cadenas “ligeras”, como las de un trabajo más o menos obsesivo, que exige un continuo esfuerzo que gratifica ante resultados positivos pero termina en cansancio y pena por haber descuidado a los familiares y amigos.