Autor: Jesús David Muñoz
Cada quien puede imaginarse a la Virgen María como quiera, pero la fiesta de la Visitación de María a santa Isabel, nos deja relucir unas cualidades de la Doncella de Nazaret que van quitanto espacio a la imaginación y nos llevan a comprender cómo era Ella en realidad.
Para comenzar, a María nadie le pide que vaya a ayudar a Isabel. El ángel le comenta lo de su embarazo simplemente para mostrarle que para Dios no hay nada imposible. Pero Ella parece ser experta en leer entre líneas y va más a fondo. Es una de esas personas que no puede estar tranquila viendo que alguien está pasando una necesidad. Nunca fue una mujer de brazos cruzados, parlanchina o dada al ocio. Todo lo contrario, para ella ni siquiera el embarazo era motivo para quedarse sentada.