Autor: Fernando Pascual
Se trata de un fenómeno frecuente: ante ciertas medidas de gobiernos considerados de derechas, surgen acciones violentas por parte de cientos o miles de manifestantes.
Al mismo tiempo, ante medidas similares adoptadas por gobiernos de izquierdas, las protestas no llegan a la calle o, al menos, no implican acciones violentas.
Los electores, que conocen este tipo de fenómenos, saben que si votan a las derechas y ganan, seguramente habrá más violencia callejera. Si votan a las izquierdas, al menos se evitarán acciones dañinas contra coches, tiendas, bancos y personas.