29 de noviembre de 2013

Una mujer árabe invierte 600 millones de dólares al año en comprar obras de arte

Autor: Luis Alfonso Orozco

En la lista de los diez mayores coleccionistas de obras de arte del mundo el primer lugar lo ostenta Al-Mayassa Al-Thani, del emirato de Qatar, quien con menos de 40 años de edad ya es la persona que más dinero gasta al año entre los coleccionistas del género. Norteamericanos, alemanes, suizos son algunos de los primeros cinco compradores del arte, habituales de las subastas de Christie’s y de Sotheby’s en Londres o Nueva York, quienes sin embargo quedan por debajo de la hermana del emir de Qatar en la clasificación 2013 de la revista  ArtReview

250 millones por un cuadro pintado en 1896

Con menos de cuarenta años esta mujer es capaz de desembolsar hasta 600 millones de dólares anuales en la adquisición de cuadros de artistas famosos y menos famosos. Lo que importa es que entren en las subastas de la reputada casa londinense. Por ejemplo, el diario italiano Corriere della sera en la edición del pasado 25 octubre informaba que ella pagó nada menos que 250 millones de dólares por el cuadro “Los jugadores de cartas” de Paul Cézanne. Así como se oye: 250 millones por un cuadro, cuyo autor ni siquiera soñó oír en su vida una cifra tan fabulosa.

27 de noviembre de 2013

¿Es irreversible la historia?

Autor: Fernando Pascual

Para algunos, la historia es un proceso irreversible. Unos cambios permiten la sustitución, incluso la suplantación, de estructuras y mentalidades del pasado por otras diferentes. Esa sustitución “avanzaría” hacia metas nuevas, normalmente mejores, según un proceso irreversible: no existirían pasos hacia atrás, no se regresaría nunca hacia el pasado.

La idea de la irreversibilidad de la historia está unida a la idea del progreso, según la cual la humanidad caminaría desde estados “inferiores” hacia estados “superiores”. Los segundos sustituirían a los primeros de modo irremediable y definitivo.

¿Es correcta esta posición? ¿La humanidad “avanzaría” de modo irreversible y siempre hacia lo mejor? En realidad, la historia, en cuanto narración de hechos, no distingue entre positivo y negativo, entre progresos y regresiones, entre mejoras y empeoramientos. En otras palabras, la historia constata lo que ocurre, no dice si lo nuevo resulta mejor o peor que lo viejo.

25 de noviembre de 2013

La convicción de lo invisible

Autor: Michel Errecart

La fe para muchas personas es un enorme sentimiento, para otras personas es un salto a un vacío existencial, para otros es un tranquilizante ante los problemas que se puedan presentar en la vida.

Hace unos días me estaba preguntando a mí mismo el porqué es tan difícil para tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo crecer en la fe y en la confianza. Pude llegar a esta respuesta con una luz en la oración.

La fe, a un nivel natural, es una disposición natural del hombre a creer y a orientar su vida ante un ser superior. La fe, como don de Dios, nos lleva a confiar en Él. Entonces podemos estar seguros de que nunca nos falla y jamás nos abandonaría en nuestro recorrido por la vida. La fe es una adhesión personal del hombre a Dios que nos ha creado a su Imagen y Semejanza.

22 de noviembre de 2013

Pasajeros inevitables

Autor: Celso Julio da Silva

¿Puedo ser santo con mis tropiezos y caídas?- típica pregunta de todos. He propuesto romper el hielo dando la vuelta a la tortilla: ¿puedo ser santo sin tropiezos y caídas?

Muchas veces... he pensado que los verdugos de los mártires y los perseguidores de los santos son a menudo algunos hagiógrafos con sus plumas plagadas de idealización. ¡Cuánta humanidad se les quita a los santos! Leyendo ciertas biografías nos ponemos boquiabiertos o distraídos ante la cima que ellos conquistaron, tan elevada que se desgarra de nuestra realidad. Nos sentimos niños que con brincos menudos intentan meter mano al pastel sobre la mesa. ¡Pastel inalcanzable! ¡Brincos de sobra! Y… ¿el pastel?

20 de noviembre de 2013

No querer ver

Autor: Max Silva Abbott

Parece que es muy cierto aquello de que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y a decir verdad, lo anterior se hace más evidente gracias a los portentosos avances de la tecnología, que pese a mostrarnos con pelos y señales lo evidente, es negada una y otra vez fruto de una porfía enajenada. 

Este fenómeno parece ser hoy particularmente patente respecto del no nacido. Ello, porque nunca antes habíamos tenido tantas pruebas, contundentes e irrefutables de su increíble y delicada realidad. O si se prefiere, lo que hace algunas décadas era una poderosa intuición, apoyada en estudios relativamente indirectos, hoy ha sido comprobado más allá de toda duda: la existencia de un ser vivo de nuestra misma especie (“uno de nosotros”, para recordar esta notable iniciativa europea), desarrollándose a toda velocidad dentro del vientre de su madre.

Lo anterior ha sido posible sobre todo gracias a las ecografías, que muestran al embrión o feto en tiempo real (al punto de casi dejar de ser una “sorpresa” su aspecto una vez que nace) y por la genética, que revela el increíble ajuste de los “hasta ahora” elementos más pequeños de nuestra corporeidad y lo delicado de su funcionamiento y equilibrio.

15 de noviembre de 2013

Confiar en Dios en medio de la prueba

Autor: Navegando entre ideas

El P. Vital Lehodey, en su obra “El santo abandono”, recuerda pruebas por las que pasaron algunos santos y que fueron ocasión para inmensas bendiciones de Dios. Recogemos aquí esta parte de su obra como invitación a confiar en la providencia de Dios.

“San Alfonso de Ligorio, ilustre Fundador de los Redentoristas, se vio en sus últimos años indignamente acusado ante el Sumo Pontífice por dos de los suyos; es condenado, privado de su cargo de Superior General y hasta excluido del Instituto que le debía su existencia.

Animábase leyendo la vida de San José de Calasanz, el Fundador de las Escuelas Pías, que fue como él perseguido, expulsado de su Orden y cuyo Instituto fue suprimido, y más tarde restablecido por la Santa Sede. Mas San Alfonso predice: que Dios que ha querido la Congregación en el reino de Nápoles, sabrá mantenerla en él, y que a ejemplo de Lázaro saldrá de la tumba llena de vida, cuando él ya no exista. «Dios ha permitido la dimisión -decía- para multiplicar las casas en los Estados Pontificios.»

13 de noviembre de 2013

Volver a los confesionarios

Autor: Santiago Kiehnle

Estoy convencido que si hay tanto mal en el mundo en gran parte se debe a que nos hemos alejado de los confesionarios. Pero para entender esto hay que comprender el sacramento de la reconciliación.

Todo pecado conlleva pena y culpa. La confesión perdona la culpa pero quedan las penas, que son las consecuencias del pecado. Se necesita un esfuerzo posterior para repararlo, y esto es la penitencia que nos deja el confesor.

Cuando cometo un pecado estoy “creando” el mal. Puedo arrepentirme después, pero el mal queda ahí. Necesito que Alguien lo anule y regrese a la nada ese mal que yo he creado. Yo solo no puedo anular ese mal, necesito ayuda de Aquel que es el único que puede hacerlo. Y Él lo hace a través del sacramento de la reconciliación y la penitencia.

11 de noviembre de 2013

Pascal al fuego

Autor: Salvador Arellano

“Certeza, certeza, sentimiento, alegría, paz… Grandeza del alma humana… Alegría, alegría, alegría, lágrimas de alegría… Fuego”.

Estas palabras junto con otras cuantas estuvieron escritas en un fragmento de papel. A simple vista parecen el intento de un poema, pero son mucho más que eso. Cualquiera que las lea no pensará en que tengan una gran relevancia, pero quizá su perspectiva cambie cuando se entere de que el papel que las contenía fue encontrado cosido entre la solapa del traje que portaba, cerca del corazón, una persona consumida por la enfermedad, en un lecho de muerte casi místico, tras haber pasado los últimos meses en un especie de retiro espiritual, clamando por recibir el viático de la extremaunción.

Quizá le sea poco sorprendente cuando sepa que pertenecen a un hombre del siglo XVII, que fue inventor de la física hidráulica, precursor del cálculo infinitesimal, creador de la primera computadora moderna; a un hombre que organizó el primer sistema de transporte público de París y que educó al hijo de un noble francés en el honor y la moral; que en su adolescencia alcanzó por sí mismo las propuestas matemáticas de Euclides, que con menos de 16 años escribió un moderno tratado sobre el cálculo de las cónicas, y que siendo joven con su trabajo en la física dio por descartado el horror vacui de Aristóteles.

8 de noviembre de 2013

Juicios sobre abortos ilegales

Autor: Fernando Pascual

Los juicios ante casos de abortos ilegales encierran dos dimensiones que no siempre reciben una atención adecuada. Por un lado, se trata de analizar si ciertos abortos iban contra la ley. Por otro, se supone que la ley establece una justa distinción entre abortos legales y abortos no legales.

La primera dimensión puede considerarse un pequeño paso hacia la defensa de la vida. Si un aborto ha sido realizado contra lo establecido por la ley significa que se cometió un abuso al acabar con la vida de un ser humano no nacido en contra de la tutela legal que tal hijo merecía. En otras palabras, un aborto “ilegal” sería un acto delictivo contra la vida de un embrión o un feto cuando tal vida gozaría de cierta protección por parte de la ley.

Por eso, la condena de médicos y personal sanitario que participa en ese tipo de abortos ilegales significa reconocer la dignidad y el derecho a la vida de los hijos no nacidos.

6 de noviembre de 2013

España, no sólo gran futbol y tenistas de clase mundial

Autor: Luis Alfonso Orozco

Una buena noticia recientemente publicada es saber que España es el país que cuenta con más misioneros católicos en el mundo, 13.000 distribuidos en 130 países. Este dato confirma la gran tradición misionera de la Iglesia española en el mundo, si bien el número de los efectivos ha ido disminuyendo con los años.

Varios informativos han difundido el dato: “España es el país que más misioneros envía a la Iglesia Universal. Hay alrededor de 13.000 misioneros españoles en el mundo, repartidos en 130 países. La media de edad de los misioneros es de 71 años y las mujeres representan el 54’19%. Además, el 50% son religiosas, el 36% sacerdotes, el 7% laicos, el 6% religiosos, y un 1% obispos. Los datos los ha dado a conocer Obras Misionales Pontificias de España en ocasión de la Jornada Mundial de las Misiones” (cf. Zenit.org, Roma, 20 de octubre de 2013).

4 de noviembre de 2013

Dios sigue llamando

Autor: Santiago Kiehnle

En los últimos años se ha dicho mucho que faltan vocaciones, sin embargo yo estoy convencido de que no es así. Dios sigue llamando, lo que falta son repuestas generosas. Y es que uno de los síntomas de nuestros días es el miedo al compromiso, a jugarse la vida a una sola carta.

José Luis Martín Descalzo, en uno de sus artículos escribía: «Efectivamente, una de las carcomas de nuestro siglo es ese miedo a lo irrevocable, esa indecisión ante las decisiones que no tienen vuelta de hoja o la tienen muy dolorosa, esa tendencia a lo provisional, a lo que nos compromete “pero no del todo”, que nos obliga “pero sólo en tanto cuanto”. Preferimos no acabar de apostar por nada, o si no hay más remedio que hacerlo, lo rodeamos de reservas, de condicionamientos, de “ya veremos cómo van las cosas”.

Ocurre en todos los terrenos. Pero el “miedo a lo irrevocable” ha llegado incluso a lo religioso y lo más intocable, que es el sacerdocio. Uno puede fracasar y equivocarse, es cierto, pero ¿cabe mayor fracaso que lanzarse a volar con las alas atadas por toda una maraña de condicionamientos?»

1 de noviembre de 2013

La mancha y el beso rechazado

Autor: Celso Julio da Silva

Dios perdona siempre. Sin embargo, la bandera de la indiferencia aún ondea en este mundo frente al sentido del pecado, veneno que no mata de sopetón, sino que va anestesiando la conciencia y petrificando el corazón.

“Mira, un confesionario y un sacerdote disponible… Ah, debería aprovechar, ¿verdad? Bueno, mañana”. Lope de Vega poetizó concienzudamente ese tira y afloja de la conciencia: “y no te abrí  (la puerta); te respondí mañana para lo mismo responder mañana”.

Deseo concretar el sentido del pecado sirviéndome de un episodio de las últimas páginas de “Corazón inquieto” de Louis de Wohl, y también de la sorprendente actitud de un niño de diez años.