24 de noviembre de 2014

Explotando debilidades



Autor: Max Silva Abbott

En muchos aspectos vivimos una época paradójica, debido a la notable tendencia de muchos por explotar las debilidades de las personas –o mejor dicho, de las masas– con todo tipo de fines (económicos, ideológicos, políticos, etc.).

En efecto, es cosa de ver cómo hoy se incentiva el egoísmo en todas sus formas, de manera imaginativa y solapada. Ello explica que por regla general, los sujetos estén cada vez más aislados unos de otros, atacados por una desmedida ocupación consigo mismos, que los lleva incluso a una especie de paranoia persecutoria.

17 de noviembre de 2014

La Iglesia: ¿bonachona o inhumana?



Autor: Jesús David Muñoz

En 1896, el escritor y poeta Rainer Maria Rilke expresaba con estas palabras la crítica al cristianismo y el ideal pregonado años antes por Friedrich Nietzsche en obras como El Anticristo (1888) y Ecce Homo (1889): «Eso que se adora como el Mesías, convierte al mundo en un hospital. Llama a sus hijos, sus bien amados, a los débiles, a los desgraciados y a los enfermos. ¿Y los fuertes? ¿Cómo nos podríamos superar, nosotros, si prestamos nuestra fuerza a los desgraciados, a los oprimidos, a los viles perezosos, desprovistos de sentido de la energía? Que caigan, que mueran solamente los miserables. ¡Sed duros, sed terribles, no tengáis piedad! ¡Debéis ir adelante, siempre adelante! Pocos hombres, pero grandes…, construirán un mundo con sus brazos vigorosos, musculosos, dominadores, sobre los cadáveres de los débiles, de los enfermos» (citado por Henri de Lubac en El drama del humanismo ateo).

En la actualidad, los progresistas defensores del «derecho» de las mujeres a disponer de su cuerpo con el aborto, del «derecho» a una «muerte digna» con la eutanasia y el suicidio asistido, etc., acusan al cristianismo, no ya de la pusilanimidad y cobardía que recriminaba el filósofo alemán, sino de crueldad inhumana e insensible frente al problema del dolor y de las libertades humanas.

10 de noviembre de 2014

El muro de Berlín y la historia humana



Autor: Fernando Pascual

La caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 era inevitable por un simple motivo: una vez que se concede libertad de movimiento a las personas, los muros pierden su sentido.

La cadena de eventos que culminó en la “muerte” del muro había tenido su inicio con la apertura de fronteras entre Hungría y Austria en agosto de ese mismo año 1989. Pronto miles y miles de alemanes de Este empezaron a pasar por Hungría hacia Austria: dieron así el “salto” más allá de la cortina de hierro.

Luego, medidas, contramedidas, la decisión de permitir el libre tránsito a los ciudadanos de Alemania Oriental, y la marea humana que hizo el muro insostenible...

3 de noviembre de 2014

El mundo necesita a estos «dementes»



Autor: Jesús David Muñoz

«Yo soy ateo. No agnóstico. Ateo». Así escribía un autor en un artículo sobre el misionero español Miguel Pajares que, después de atender a enfermos de ébola en Liberia, murió el pasado 12 de agosto víctima de esta enfermedad a sus 75 años–. «O sea –continúa el autor –, que estoy convencido de que los curas se pasan la vida creyendo en una mentira. Creo, además, que toda mentira es dañina. Y de sobremesa en sobremesa exhibo con arrogancia mi materialismo. Pero la coquetería me dura hasta el preciso instante en que me entero de que un misionero se ha dejado la vida en Liberia por limpiarle las pústulas a unos negros moribundos. Entonces me faltan huevos para seguir impartiendo lecciones morales. Principalmente por lo aplastante del argumento geográfico. Él estaba allí con su mentira y yo aquí con mi racionalismo».

Para quien está habituado a leer biografías de santos, la historia de un misionero que gasta su existencia atendiendo enfermos y que muere en el intento, puede ser bastante prosaico. Pero esto puede llegar a ser incomprensible para quien piensa que por encima de su cabeza no hay más que un cielo vacío.