4 de febrero de 2019

Ante los engaños ideológicos


Autor: Fernando Pascual

Miles de datos llegan a nuestra mente. Unos, verdaderos. Otros, falsos. Otros, una extraña y atractiva mezcla entre verdades y mentiras.

No resulta fácil discernir entre tantas "informaciones", sobre todo en un mundo caracterizado por las prisas y con personas poco preparadas culturalmente para algunos temas importantes.

Por desgracia, muchos sucumben ante los engaños ideológicos. En un pasado cercano, millones de seres humanos siguieron casi ciegamente a dictadores, demagogos y líderes intelectuales que promovían la mentira y que provocaron, en algunos casos, guerras y represiones sanguinarias.


En nuestros días, muchos son arrastrados por textos y programas en los que se intenta negar lo evidente. Eso ocurre, por ejemplo, cuando se ignora o se interpretan erróneamente aspectos fundamentales de la naturaleza humana que surgen de nuestra condición biológica y espiritual.

Por eso resulta importante promover actitudes sanas para no dejarnos engañar por ideologías dañinas, y para tener ese sexto sentido que permite descubrir que un rey está desnudo aunque muchos digan lo contrario.

En cierto sentido, eso resulta fácil al analizar serenamente cómo está constituido el ser humano, nacido gracias a la complementariedad entre sus padres, orientado a la vida social, integrado en un mundo físico complejo y dinámico, y llamado, por su inteligencia y su voluntad, a buscar la verdad y a orientarse hacia el amor.

Por eso, cuando conferencias o libros niegan aspectos esenciales de nuestra condición humana, o promueven odios patológicos hacia las personas desde motivos capciosos o desde prejuicios ideológicos, basta con reconocer la dignidad de cualquier ser humano, hombre o mujer, niño o anciano.

Entonces evitaremos condenas sumarias como las que llevaron a millones de inocentes a ser asesinados por motivos raciales o por pertenecer a una clase social declarada, de modo masivo, como "peligrosa", y haremos todo lo que esté de nuestra parte para ayudar a cada ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural.

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