26 de diciembre de 2016

Ante confusiones doctrinales

Autor: Fernando Pascual

Durante siglos han surgido en la Iglesia voces disidentes, errores, herejías, confusiones, engaños. Muchos han sucumbido ante los maestros de falsas doctrinas. Otros han podido resistir desde la oración, muy unidos a Cristo y a quienes vivían fielmente su condición de obispos y sacerdotes.

También hoy se dan momentos difíciles. No faltan profetas falsos y lobos disfrazados de oveja que enseñan doctrinas incluso diabólicas (cf. Mt 7,15; Hch 20,29; 1Tim 4,1). ¿Cómo actuar? ¿Qué hacer? Sobre todo, ¿cómo superar las confusiones en temas de fe y de moral católica?


Entre las ayudas que tenemos a mano para superar situaciones difíciles, contamos con los concilios de la Iglesia, especialmente aquellos dogmáticos que han determinado, bajo la luz del Espíritu Santo, cuál es la doctrina católica.

Contamos también con un regalo de san Juan Pablo II: el Catecismo de la Iglesia Católica. En ese texto amplio y profundo, fruto de un largo trabajo de varios años, está presentada la fe de la Iglesia, la moral, y, de un modo hermoso y cercano, la vida litúrgica y de oración.

Cuando aparecen doctrinas extrañas, cuando hay quienes defienden propuestas confusas o modos de actuar que generan dudas, basta con abrir el Catecismo y encontraremos un alimento seguro y una guía autorizada para superar la tormenta.

Demos gracias a Dios por su continua asistencia a la Iglesia católica. Más allá de las tempestades y confusiones de todos los siglos, su Amor sigue presente y nos acompaña.


Bajo la luz del Espíritu Santo podremos conservar el tesoro de la fe y seguir adelante, con la mirada puesta en Cristo, nuestro Salvador, y unidos al Papa y a los obispos fieles al Evangelio y a la Tradición católica.

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