Autor: Fernando Pascual
Una sociedad parece desquiciada cuando algunos exaltan a
criminales y cuando muchos olvidan a tantos hombres y mujeres, servidores de la
justicia y encargados de la seguridad pública, que murieron por defender a
inocentes y por castigar a los criminales.
Porque resulta sumamente injusto encontrarse con camisetas,
incluso entre personas que se profesan católicas, con la imagen de un
guerrillero sanguinario, y no ver camisetas con el rostro de policías y
magistrados que murieron por salvar la vida de otros.
Algo va mal en el mundo cuando se asiste a la exaltación de quienes dañan a inocentes y cuando se denigra a jueces, policías o militares que trabajaron por la paz y la justicia.