8 de diciembre de 2014

Inmaculada

Autor: Gustavo Cerros

Rayo de luz cegador que devuelves la vista a nosotros, ciegos de Dios.
Reflejo sin mancha que al contemplarte
nos desvelas la misma Gloria del Creador.

Inmaculada te creó y así permaneces.
Luz te pensó y radiante hoy te contemplamos.

Parecería, por tanta perfección, que un abismo nos separa
pues eres la creatura más excelsa y bella jamás creada;
parecería, pero no, pues como don nos has sido dada,
Madre de Dios y, sin que lo merezcamos, Madre nuestra.


Mamá, permítenos correr hacia tus brazos ante la prueba,
porque sin Ti nada podemos.
Socórrenos en la soledad y llévanos en tus brazos como a niños pequeños,
a la presencia de tu Divino Hijo.

Y en la pureza fulminante con la que hoy te recordamos,
guárdanos  puros y limpios a los ojos de tu Hijo, nuestro Dios.

No hay comentarios: