Autor: Navegando entre ideas
En el tiempo de Cuaresma es oportuno recordar algunas
palabras del Papa Juan XXIII sobre la penitencia, en su encíclica Paenitentiam
agere (1 de julio de 1962), publicada en vistas de la celebración del
Concilio Vaticano II.
“Necesidad de la penitencia interna y externa
Ante todo es necesaria la penitencia interior, es decir,
el arrepentimiento y la purificación de los propios pecados, que se obtiene
especialmente con una buena confesión y comunión y con la asistencia al
sacrificio eucarístico. A este género de penitencia deberán ser invitados todos
los fieles durante la novena al Espíritu Santo. Serian vanas, en efecto, las
obras exteriores de penitencia si no estuviesen acompañadas por la limpieza
interior del alma y por el sincero arrepentimiento de los propios pecados. En
este sentido debe entenderse la severa advertencia de Jesús: “Si no hacéis
penitencia, todos por igual pereceréis” (Lc 13,5). ¡Que Dios aleje este
peligro de todos aquellos que nos fueron confiados!