26 de septiembre de 2012

La dignidad de la mujer en palabras sencillas

Autor: Navegando entre ideas

En su obra “Embajador en el infierno”, Torcuato Luca de Tena recoge la sencilla explicación sobre la dignidad de la mujer que ofreció el capitán Teodoro Palacios Cueto (1912-1980), prisionero en Rusia entre 1943 y 1954, a un mujer rusa que trabajaba en el campo.

“Un día, una (muchacha rusa) me dijo:

—Antes yo creía que no había más hombres que los rusos. Después conocí a los extranjeros. Parecéis de otro mundo…
 
Y yo le hablaba de ese otro mundo donde el hombre mira a la mujer no ya como un instrumento de placer que se desprecia una vez usado, sino con un sentido reverencial, por ser la mejor obra salida de manos del Creador.

La chica me interrumpió para decirme que ya lo había entendido. Y me puso un ejemplo para demostrarlo. Un día —me dijo— la llevaron a visitar una fábrica de camiones. A todos los visitantes les anunciaron que el camión que iban a ver era el mejor del mundo, pues nunca se había fabricado un instrumento más fuerte ni más perfecto. Hasta los mecánicos que lo manejaron al exhibirlo lo hicieron con más cuidado, porque tenían conciencia de la calidad extraordinaria de lo que llevaban entre manos. Y todos observaron sus evoluciones con admiración y respeto.

—¿Es algo así —me preguntó— como en ese mundo de que me hablas se mira a la mujer?…

—Sí, es algo así, pero no exactamente. La mujer es más importante que un camión y…

—¿Más importante que un camión? —exclamó escandalizada—. ¿Más aún que el mejor camión del mundo?

—Sí, muchacha. Porque Dios, que la ha hecho, es también mejor que vuestro ministro de Industria…”

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