9 de agosto de 2013

La vía de la belleza

Autor: Mario Rodríguez
Son innumerables los escritos que han desfilado por la historia tratando el tema de la belleza. A decir verdad, seguirán siéndolo, porque la belleza no se acaba.
Nadie puede dar un carpetazo final al tema. La razón es muy sencilla: todo nos habla de belleza, y la belleza nos habla de algo más.
Un horizonte que se mezcla tenuemente con el cielo; las mil y una tonalidades de colores de los pétalos de una flor; un atardecer encendido sobre el mar. Todo esto no acaba aquí, continúa dentro de nosotros. Se despierta una sed que, siendo sinceros, no se agota.
Así cada persona encuentra por la belleza de las cosas una belleza interior que la lleva a buscar la fuente y el origen de toda hermosura.
Caminar por esta vía es lo que se denomina la “via pulchritudinis”. En esto consiste: ir de lo hermoso y bello a la fuente dadora de la belleza. Y esta fuente tiene un nombre: se llama Dios.

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