13 de marzo de 2013

Reaprender a pensar


Autor: Mario Rodríguez

¿Para qué sirve pensar? Una buena pregunta que es necesario replantear y sobre todo responder.  Y es urgente para poder dar solución y respuesta a muchas otras interrogantes latentes en el ser humano, en la familia, en la sociedad.

Hay por lo general poca tendencia a pensar seriamente las cosas. En cambio, el automatismo conquista cada día más diferentes sectores de la vida, incluso el pensamiento.


Desacostumbrarse a pensar tiene consecuencias graves en la vida. Por eso algunos han recordado que una sociedad inculta, sin pensamiento, resulta fácilmente manipulable. Entre ellos están Wittgenstein, Vargas Llosa, Ortega y Gasset, Luis Suárez.  Haciendo un paralelismo al estilo de Platón se podría decir lo mismo de cada persona. Quien no piensa es manipulado, o lo que es equivalente, alguien piensa por él.

La publicidad, los slogans, y en general los medios de comunicación, se inmiscuyen en el día a día sin ningún filtro crítico y esto más tarde degenera en el automatismo de la personalidad, cuando medios como el Internet nos sugiere qué pensar, qué querer, qué creer.

Para solucionar esto es necesario partir de un principio: no todo lo que se dice es verdadero (no todo falso obviamente). Tampoco todos pueden hablar objetivamente de cualquier tema. Hay quienes tienen más autoridad y dominio sobre aspectos específicos. No debería parangonarse, por ejemplo, lo que se escribe en algún blog perdido en Internet a lo que dice alguien cualificado, la diferencia no sólo está en qué se dice, sino en quién lo dice.

Aunque suene escandaloso es necesario y urgente reaprender a pensar. Pensar para buscar y encontrar la verdad, pensar para saber transmitirla. No es tarea fácil, pero para eso está el ser humano dotado de razón. ¿Si no fuera para la verdad, para qué otra cosa existiría?


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