11 de junio de 2014

Lo que Dios permite…



Autor: Navegando entre ideas

San Doroteo de Gaza (siglo VI) nos dejó una serie de conferencias en las que brilla una espiritualidad rica y concreta. Recogemos estas ideas sobre la confianza en Dios en medio de las adversidades.

“Mientras sufría en los pies unos dolores que me hacían sentir enfermo, algunos hermanos que venían a verme me preguntaron por la causa de mi mal; pienso que esto era con un doble fin: primero para reconfortarme y distraerme un poco de mis sufrimientos, y además para darme la oportunidad de decirles algunas palabras edificantes.


Pero como el dolor no me permitió entonces responderles a gusto, es preciso que ahora me escuchen al respecto. ¿Acaso no es agradable hablar de la aflicción cuando ya ha desaparecido? También en el mar mientras castiga la tormenta, todos en la nave están angustiados, pero cuando la tempestad se calma, comentan entre sí alegremente sobre todo lo pasado.

Es bueno, hermanos míos, y se los repito sin cesar, relacionar todo con Dios y decir que nada se hace fuera de Él. Dios sabe perfectamente que tal cosa es buena y útil y por eso la realiza, a pesar de que existan también otras razones.

Por ejemplo, podría decir que había comido con unos huéspedes que me había excedido un poco por agradarles, que mi estómago se había sentido pesado y se había producido una fluxión en el pie, lo que me habría provocado el reumatismo; podría así seguir encontrando otros motivos: no faltarán a quien quiera encontrarlos.

Pero he aquí lo que es más exacto y más provechoso decir: esto sucedió porque Dios sabía que era útil a mi alma. Porque no hay nada que haga Dios que no sea bueno. Todo lo que hace es bueno y muy bueno. No hay entonces por qué inquietarse por lo que pasa, sino, como ya lo he dicho, relacionar todo con la Providencia de Dios y quedar tranquilos”.

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